Vibrante y espectacular partido el disputado este sábado por nuestro Benjamín A contra Moncayo A. De los que se recuerdan por su emoción, por la altísima calidad de ambos equipos, y también por las "chispas" que saltaban alrededor de la pista del patio de infantil. Aunque el resultado es lo de menos, hay que reseñar que el partido acabó en empate. Y fue justo: ninguno de los dos equipos se merecía perder.
Agustinos y Moncayo, junto con Buen Pastor, son los tres mejores equipos de Aragón en categoría benjamín. Y el sábado se demostró. Goles (y golazos) en salto, en suspensión, en apoyo, tras fintas a punto fuerte y a punto débil, amagos, baselinas, desde ángulos inverosímiles... un espectáculo ofrecido por los mejores jugadores de su edad.
Y no es que las defensas fuesen flojas. Es que la precisión en los pases era excepcional, y en que los férreos marcajes se relajaban unos milímetros, ya estaba el pase de gol. Si no hubo más goles fue porque los porteros también estuvieron a un altísimo nivel.
El primer cuarto se decantó para agustinos por un apretadísimo 8-7 En el segundo las defensas perdieron algo de intensidad, y Moncayo se impuso por 16-18. En el tercero los nuestros empezaron a acusar el cansancio (solo teníamos un cambio) y cayeron por 10-14.
Pero cuando parecía que el partido caía del lado de un excelente Moncayo (que contaba con más cambios), los nuestros sacaron fuerzas de flaqueza y se impusieron 12-10.
Como dijo algún padre, ha sido un partido para sentirse orgullosos de nuestros chicos, que se han dejado la piel en la cancha. El resultado siempre da igual, pero el derroche de esfuerzo y solidaridad es un leccion de vida.
Es una lástima que partidos como este no cuenten con árbitros federados y tengan que ser dirigidos por entrenadores o delegados, lo cual siempre genera suspicacias. Ahora bien, Federación no manda árbitros porque no los hay. Y no los hay por culpa de padres y entrenadores que los critican desde el minuto 1 y provocan que abandonen el arbitraje. Esas actitudes, aparte de ser reprobables por el ejemplo que se les da a los niños, perjudican a la competición. Esperemos que desaparezcan.
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